Crítica: La fuerza de la naturaleza
Ya no recuerdo la última vez que hubo una borrasca normal, una tormenta de esas que siendo crío te despertaban por la noche y sentías tanto miedo que eras incapaz de volver a dormirte. Ahora son todo ciclogénesis explosivas. Cuanta mas fuerza tenga el nombre que le damos, mayor va a ser el impacto creado en la gente. A 'La fuerza de la naturaleza' le pasa algo parecido, un titulo grandilocuente apoyado por un mas que interesante reparto, para llamar la atención del espectador, para que este piense que esta película es la que quiere ver un sábado por la noche. Si el poster que anuncia esta película que parece hecho con descartes de posters de otras cintas no es suficiente aviso, los primeros minutos dejan claro lo que el espectador se va a encontrar. A esta naturaleza le ha podido la pereza y cuando tocaba hacer acto de presencia en esta película ha decidido seguir cinto minutos mas durmiendo. Tiene merito rodar una película sobre un huracán, que el título haga referencia a él y que este casi brille por su ausencia.
Hay cintas de las que es difícil salvar algo. Por mucho que te esfuerces no encuentras nada que se salve de la quema. Y este es un claro ejemplo de ello. No se si esta es una de esas cintas rodadas a desgana o si Michael Polish es una especie de Ed Wood que aún viendo el desastre que estaba grabando se emocionaba como si lo que tenía entre manos fuera una obra maestra, y animara al resto del equipo a seguir con el proyecto. No se si estamos ante el primer o el segundo caso, pero al menos la cintas de Wood resultaban entrañables y de alguna manera conseguían transmitir la pasión de este (Nota: El tiempo y la reivindicación de su obra por parte de muchos autores han sido parte fundamental en el proceso de aceptación y valoración de la filmografía de Wood).
Puede que los únicos que se divirtieran fueran Mel Gibson, es el único que sabe realmente donde está, y la persona que tuvo la idea de meter en la historia un lindo gatito que no es otro que su guionista Corey Miller. Emilie Hirsch está mas perdido que un pulpo en un garaje, Kate Bosworth nos deja totalmente indiferentes y David Zayas parece querer emular a esos malvados de las películas de la Cannon y se queda por el camino.
'La fuerza de la naturaleza' entra con fuerza para ocupar un puesto de honor entre las peores películas del año. Michael Polish nos deja una cinta aburrida, previsible, absurda.. una de esas películas que podríamos definir como un total despropósito. Podría ser un buen entretenimiento para uno de esos sábados por la tarde donde no sabes muy bien que hacer y cualquier cosa puede hacerte pasar un buen rato. Pero es que ni para eso sirve esta película. No sabemos si la naturaleza a la que hace referencia el título seguirá a día de hoy durmiendo, atrasando el despertador de cinco en cinco minutos.. Espero que haya disfrutado la dormida...
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