Crítica: 'El mapa de las pequeñas cosas perfectas'

Solo el título ya es de una belleza increíble. Por todas todas y cada una de las palabras que forma parte de él y sobre todo lo lo que implica. En un mundo como este en el que vivimos, hemos de buscar esas pequeñas cosas perfectas que surgen cada día alrededor nuestro y de las que muchas veces no somos conscientes. Esos pequeños momentos, propios o ajenos, también forman parte de nuestra felicidad.

'El mapa de las pequeñas cosas perfectas'  ('The map of tiny perfect things') tiene mucho del John Green que tanto nos gusta y que no siempre ha sido adaptado a la gran pantalla como hubiera sido necesario. 'El mapa de las pequeñas cosas perfectas' ('The map of tiny perfect things') tiene mucho de Jesse Andrews y de la forma en la que Alfonso Gómez-rejón llevó a la gran pantalla 'Yo, él y Raquel' ('Me, Earl and the dying girl'). Por la forma en la que Greg (Thomas Mann) construye un mundo para Rachel (Olivia Cooke). Personajes cercanos, capaces de transmitirnos todo tipo de sentimientos. Amantes de un tipo de cultura a la que muchas no están asociados los protagonistas de este tipo de películas. Gómez-rejón nos dejó en su película un sobresaliente homenaje al 'Taxi Driver' de Martin Scorsese. Puede que el mejor y con mucha diferencia que nunca se haya hecho. Ian Samuels hace lo propio en su película aunque de una forma un poco mas modesta. Pero no solo la cinta de Scorsese tiene su hueco aquí. Y es un placer ir viéndolas y descubriéndolas poco a poco. Y 'El mapa de las pequeñas cosas perfectas' ('The map of tiny perfect things') tiene mucho de 'A dos metros de ti' ('Five feet apart'), de esos personajes a los que las circunstancias los llevan a encontrarse, de la manera en la que se necesitan el uno al otro. Se desprecia de forma sistemática el cine dirigido a un público mayoritariamente adolescente. Los prejuicios nos pueden. Hay maravillas que muchas veces dejamos escapar. Cualquiera de las películas citadas en este párrafo tienen la calidad suficiente para hacernos abrir los ojos y hacernos pensar si no somos extremadamente duros con este tipo de cine.

Un día que se vive una y otra vez, de forma repetitiva y constante. Lo que para muchos puede ser una pesadilla para otros puede ser casi una bendición. 'El mapa de las pequeñas cosas perfectas' ('The map of tiny perfect things') utiliza esta excusa para hablar de lo duro que es enfrentarse a la vida. Podríamos ser simplistas y decir que la cinta de Samuels habla de lo que significa madurar. Pero esta película habla de mucho mas. Por que aquello que sienten Margaret, una Kathryn Newton ante la que nos es imposible caer rendidos a sus pies, y Mark, un Kyle Allen que pone el contrapunto perfecto a su compañera de metraje, es universal. No hace falta estar acabando el instituto, no hace falta querer estudiar una carrera a la que puede que tengas que renunciar porque tus padres no pueden pagar la matricula. Da igual la edad, da igual cuando o como. Todos en algún momento de nuestras vidas estamos perdidos y creemos que es mas fácil vivir el mismo día constantemente a avanzar. Porque hacerlo, duele.

'El mapa de las pequeñas cosas perfectas' ('The map of tiny perfect things') es una de esas películas que se disfrutan de principio a fin, que ves como te va ganando minuto a minuto hasta que te das cuenta de que te ha agarrado con fuera y que sabes que no te va a soltar. Samuels hace que su cinta sea uno de esas pequeñas cosas que emanan una belleza increíble, que las tienes delante de tus ojos y que no sabes apreciar porque tus problemas hacen que no te fijes en todas las cosas hermosas que ocurren a tu alrededor, y que sumadas unas a otras consiguen que tu pequeño mundo crezca. 

No es John Green, ni tampoco Jesse Andrews, ni Miki Draughty o Tobias Iaconnis los que están detrás de la historia que Ian Samuels plasma en imágenes. Es Lev Grossman, autor de obras como 'Los magos', él que escribe el guion de esta película tomando como base una historia corta suya. La sensibilidad de la historia, el respeto hacia los personajes tratándolos como personas y no como caricaturas o marionetas para manejarlos a su antojo, hace que 'El mapa de las pequeñas cosas perfectas'  ('The map of tiny perfect things') sea una delicia a la que hay que dedicar poco mas de hora y cuarenta de nuestras vidas. Puede que no sea perfecta, que tenga aristas poco pulidas, pero todo eso nos da igual cuando estamos ante una película que ha conseguido cautivarnos de esta manera.







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