Crítica: Cautivos - The Captive


El dolor, la perdida. La imposibilidad de dejar atrás el pasado, la necesidad de encontrar respuestas le pese a quién le pese, al precio que sea. El peso de la culpa que te hunde cada día. La dulce música que es utilizada para seducir a quién la escucha. Palabras capaces de expresar lo que en ese momento quieres escuchar, aunque sea una burda mentira, aunque tus problemas sigan estando ahí, aunque la perdida continúe erosionándote por dentro, poco a poco. El provenir no es dulce, el paisaje es gélido y descorazonador. Estamos todos cautivos en un mundo lleno de miserias, de egoísmos, de odios. En un mundo enfermo donde la esperanza parece no tener cabida. Pero la tiene, y hay que aferrarse a ella por muy duro que parezca el presente.


El dolor se muestra de muy diversas maneras. La necesidad de ver a una bailarina en el club de la película 'Exótica', la manera en que uno se deja llevar gracias a las envenenadas palabras de un abogado como ocurría en 'El dulce porvenir' ('The sweet hereafter'), la forma en la que un padre hace de su coche un pequeño homenaje a su hija secuestrada hace años como sucede en 'Cautivos' ('The Captive'). Padres que han perdido a sus hijos. Padres que son incapaces de seguir con sus vidas. El pasado pesa como una losa. Les atormenta. Egoyan vuelve a hablar de heridas. De esas que no cicatrizan nunca y que de alguna manera han estado presentes de muy diversas maneras en sus películas. La perdida de un hijo parece ser casi una constante en muchas de las cintas del director canadiense de origen armenio, igual que el dolor y la manera en la que se abusa de los mas débiles. 'Cautivos' ('The Captive') es una muestra de las obsesiones recurrentes en el cine de Egoyan que con mayor o menor acierto han sido plasmadas en pantalla a lo largo de los años y las de películas.


Estructura narrativa

Muchas de las películas de Egoyan no poseen una estructura narrativa lineal. Con forme pasan los minutos, el espectador va situando las piezas sobre la mesa hasta dar forma a un puzle que puede o no satisfacer sus expectativas. En el caso de 'Condenados' ('The Captive') sucede algo llamativo: La manera poco menos que suicida con la que Egoyan juega con los tiempos en sus primeros minutos se va poco a poco apaciguando, domesticando como si el director y guionista, el guion de 'Condenados' ('The Captive') está co-escrito por David Fraser, se diera cuenta que entre manos tiene una historia que está destinada a llegar a la mayor parte posible de público. Conforme el thriller se va apoderando del drama, la película se vuelve a todos los niveles mas convencional: La estructura de la narración, los personajes, la evolución de los mismos dentro de la historia, la manera en la que el drama se va diluyendo siendo necesaria la introducción de elementos ajenos a la familia protagonista para hacer que la historia avance y no acabe por estancarse...


El pasado. La muerte.

Muchas de las historias del director y guionista están marcadas por la muerte, por la manera en la que esta ha afectado a los personajes, algo de lo que como no puede ser de otra manera, le es imposible escapar. Egoyan, canadiense de origen armenio, plasmó en 'Ararat' las consecuencias del genocidio llevado acabo por los turcos entre 1915 y 1923. Egoyan habló del dolor que sintió y sigue sintiendo todo un pueblo. Puede que sea esta sea la forma mas colectiva que el director y guionista ha tenido para explorar las consecuencias de la muerte. En muchas de sus películas Egoyan explora como la perdida de un ser querido afecta las personas, su incapacidad o no para seguir adelante, la manera en la que se aferran a los recuerdos. Un accidente de autobús donde fallecen casi todos los niños de un pequeño pueblo, la desaparición de una cría que está apunto de cumplir diez años, el descubrimiento del cadáver de una niña, la muerte de un padre, el brutal asesinato de tres niños en un pequeño pueblo...


Egoyan se acerca a los sentimientos tanto de aquellos que han perdido a un ser cercano como a todos aquellos que han tenido o tienen algún tipo de relación con ellos. La ,manera en la que lo hace con algunos de sus personajes puede resultar compleja, Nicole (Sarah Polley) y Mitchell (Ian Holm) en 'El dulce porvenir' ('The Sweet hereafter') entre otros, Eric (Elias Koteas) y Francis (Bruce Greenwood) en 'Exotica', Pam Hobbs (Reese Witherspoon) en 'Condenados' ('Devil's Knot'), Simon (Devon Bostick) en 'Adoration'... todo está lleno de matices. No solo hay blanco y negro sino toda una gama de colores entre ambos.


El mal acecha.

El mal no es un ente abstracto, no es un ser extraño sin rostro. En muchos casos es alguien normal, alguien que está entre nosotros. Un vecino, un trabajador que lleva quince años siendo fiel a su empresa, un apacible anciano, un abogado que solo desea que los familiares de las víctimas de un accidente de tráfico consigan una indemnización justa. John Ajvide Lindqvist escribió la novela 'Déjame entrar' ('Lat den ratte komma in') de cuya adaptación a la pantalla grande se encargó Tomas Alfredson (Dos años mas tarde, Matt Reeves rodó un mas que notable remake de la película o una nueva adaptación de la novela que cada uno lo considere según sus propios criterios, y que aportaba ideas nuevas, algo que es de agradecer) Bajo su apariencia de historia de amor se esconde una muy triste realidad, la que le espera al protagonista de la misma. Las relaciones que se establecen tanto en la novela como en la película muestran que la existente entre Oskar y Eli acabará siendo de sometimiento. Una relación donde los intereses del mas fuerte supeditan a los del mas débil. No hay en 'Cautivos' ('The Captive') ese amor que tanto Lindqvist y Alfredson nos que nos intentan transmitir en sus obras pero si ese sometimiento que tarde o temprano acabará llegando. Una relación de sumisión originada por las consecuencias, por el hecho de que Cassandra esté cautiva, por una realidad que Oskar detesta y en la que también se siente cautivo. Resultan sorprendentes los paralelismos que se pueden encontrar entre 'Cautivos' ('The Captive') y 'Déjame entrar' ('Lat den ratte komma in'), llegando incluso a que el espectador y lector se encuentren con una misma figura en estas obras, la de Hakan. Nota: Lindqvist escribió una segunda parte de su novela en forma de historia corta que forma parte de 'Let the old dreams die' - 'Lat de gamla drommarna do' - donde este quería contar un epílogo que pusiera el broche de oro a la historia de amor entre Oskar y Eli, pero lo cierto es que sin esta, la sensación de sometimiento está presente tanto en la novela como en sus adaptaciones al cine. 


Observación

El vídeo. Las grabaciones. Internet. De alguna manera muchos de estos elementos han estado presentes en muchas de las películas de Atom Egoyan. Estos elementos vuelven a estar presentes en 'Cautivos' ('The Captive'). El observador observado, un espejo cuidadosamente colocado nos sitúa en el punto de vista del observador que mira a quién está observando. Egoyan nos hace participes de la actitud de algunos de los personajes que van apareciendo por la pantalla. Las barreras se rompen. La necesidad de Cassandra (Alexia Fast), la enfermiza obsesión de Mika (Kevin Durand), la manera en la que nosotros, los espectadores, seguimos mirando la pantalla. ¿Es necesidad u obsesión? La forma pasiva en la que el espectador ve una película, obviamente no puede interceder en los sucesos que están ocurriendo, no dejan de convertirlo en cómplice de aquello que está viendo. Observa el sufrimiento de los padres de Cassandra, de esta, la mórbida curiosidad de Mika, obviamente lo hace desde una perspectiva muy diferente a la de todos los personajes, pero observa. La cámara estaá situada para que vea sus reacciones, su manera de abordar la situación. Y es él el que de forma natural y lógica se posicionará. 'Cautivos' ('The Captive') es sin duda alguna una cinta con un marcado carácter comercial en su forma (Dicho esto sin ninguna intención peyorativa) pero escalofriante en su fondo. Al drama que viven los padres de Cassandra hay que sumar la manera en la que se juega con la madre de esta. Si 'Cautivos' ('The Captive') se hubiera rodado hoy y no hace ya seis años, diríamos que en esos momentos Egoyan se pone el traje de Yorgos Lanthimos. Esas escenas podrían formar parte de las enfermizas pesadillas del director griego. Sin duda alguna esa frialdad, esa manera de insinuar, de ir usando la voz en off para narrar ciertos hechos, ciertas situaciones para explicar lo que pasa es sin duda alguna de lo mejor y mas escalofriante que hemos visto en mucho tiempo.


Metáforas. Cuentos

'Mi destino es aflicción y lamentación. La vida de mi hija fue traicionada. Toda la alegría se volvió desconsuelo. Un amigo malvado se la robó'. Una flauta mágica que consigue que el estado de ánimo de las personas cambie, que se alegren. La extraña música con la que un flautista consigue seducir a las ratas que son una plaga en un pequeño pueblo y mas tarde a los niños que viven en él. Cassandra pactó con Apolo la concesión de un don tras acostarse con él.  La música que hipnotiza a quién la escucha está presente tanto en 'El dulce porvenir' ('The Sweet hereafter') como en 'Cautivos' ('The Captive'). Los padres del pueblo donde ha tenido lugar un terrible accidente, Cassandra.. personas que por diversos motivos se dejan llevar por la música que escuchan, que puede calmar el dolor que sienten. Un encuentro a cambio de un don, el de ser capaz de hacer que la música suene para que otros niños se dejen llevar por ella, para que bailen a su ritmo, para que les haga ver una realidad que no es como se les quiere hacer ver. La realidad convierte a la necesidad en una debilidad.


'Cautivos' ('The Captive') narra el dolor de unos padres cuya hija fue secuestrada. Habla de la manera en la que estos afrontan los hechos a lo largo del tiempo. 'Cautivos' ('The Captive') narra la manera en la que la policía se enfrenta a casos donde las víctimas son menores. Dos personajes, la razón contra la visceralidad. La necesidad de llegar a un mismo fin haciéndolo desde muy diversos caminos. 'Cautivos' ('The Captive') narra la historia de un secuestrador, de una de esas personas que podemos cruzarnos por la calle. Los secretos vuelven a estar presentes.


Es 'Cautivos' ('The Captive') una cinta que se sigue con interés, con actores que saben sacar el máximo provecho a sus personajes y donde la tensión va en aumento en detrimento del drama. La piedra que 'Chloe' supuso en el camino de Egoyan parece que le le ha impedido a este recuperar completamente el equilibrio. Su posterior cine se ve con interés pero se tambalea, se muestra en apariencia sólido pero en el fondo débil llegado a recurrir en sus cintas mas comerciales, a recursos demasiado fáciles, demasiado trillados. Con todo 'Cautivos' ('The Captive')  es una notable película que se ve con mucho interés.




Lo mejor: Los protagonistas. Las escenas de la madre trabajando en el hotel. De todo lo que en el fondo habla la película.
Lo peor: La sensación de estar ante un Egoyan domesticado.


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