'La casa del callejón' ('Slade House'), 'Livide', David Mitchell, Maury y Bustillo
Advertencia: El siguiente texto contiene SPOILERS
Como lector tengo
toda una serie de sentimientos enfrentados con respecto a la última novela de
David Mitchell ‘La casa del callejón’ (‘Slade House’). Es cierto que esta es
una novela que se sigue con interés, que se lee con mucha, tal vez demasiada
facilidad, pero desde luego no es la mejor historia escrita por Mitchell. ‘La casa
del callejón’ (‘Slade House’) resulta demasiado deudora de la anterior novela
del autor ‘Relojes de hueso’ (‘The bone clocks’) no solo por la sensación de
ser una especie de spin-off de esta (Algo que hace que ‘La casa del callejón’ –
‘Slade house’- pierda emoción en su parte final) sino también por la forma en
la que Mitchell la ha estructurado en base a diversos capítulos que ocurren en
diferentes años y que están narrados desde el punto de vista de distintos
personajes. A pesar de que cada capitulo de ‘La casa del callejón’ (‘Slade
House’) sirve para hacer avanzar a la historia principal y que el lector tenga claro lo
que está ocurriendo, este podrá tener la sensación de que algunos capítulos resultan demasiado repetitivos llevándole en ciertos momentos a pensar que
Mitchell ha escrito esta novela aprovechando el éxito de ‘Relojes de Hueso’ (‘The clock bones’) y
que esta está lejos de su mejor prosa.
Tal y como se indica en la contraportada de la edición española de ‘La casa del callejón’ (‘Slade House’), esta es ‘aclamada como un Drácula del nuevo milenio’, lo que hace que el lector se ponga sobre aviso acerca de la trama de la novela aunque hay que reconocer que tras las primeras páginas este tendrá clara esta idea. Resulta imposible no pensar en ‘Livide’, segunda película de dirigida por el dúo Maury y Bustillo que sorprendieron al mundo con su opera prima ‘A L’interieur’ para acabar decepcionándolo con su terriblemente mediocre y aburrida ‘Leatherface’, por la idea de presentar una gran mansión en la que habitan dos extrañas personas que tienen mucho que ocultar. Si ‘La casa del callejón’ (‘Slade house’) es un nuevo y sorprendente acercamiento al mito del vampirismo, lo mismo podemos decir de ‘Livide’, obra con la que la novela de Mitchell parece compartir varías ideas…
En su primer día como enfermera, Lucie acompañara a Catherine en su ruta diaria de visitas a los ancianos a los que han de vigilar y medicar. En la última casa, una gran mansión a la que siempre se le ha dicho a los niños del pueblo que no se acerquen a ella, Catherine le contará a Lucie que la anciana que vive en la casa y que está en coma profundo guarda en algún lugar un gran tesoro. Lucie y sus amigos creerán que este puede ser el momento oportuno para que sus vidas den un gran giro radical.
Desaparecidos. La ciudad donde sucede la acción de ‘Livide’ no es Santa Carla, la capital mundial del crimen pero lo parece, tampoco es Derry pero lo parece. De la misma manera, Slade House no es el barrio de Limehouse pero lo parece. Maury y Bustillo llenan los primeros planos de su película de carteles que muestran a numerosas personas desaparecidas, idea que es utilizada de manera mas sutil por Mitchell ya que el lector podrá observar este hecho (La gran cantidad de personas desaparecidas) a partir de la segundo capítulo de la novela ‘Caballero andante, 1988’. (Siempre me ha sorprendido que en un pueblo como Derry no solo siga viviendo gente sino que además se deje a los niños salir solos a la calle, esta misma idea me viniera a la cabeza al ver las primeras escenas de ‘Livide’)
De la misma manera que ocurría con la muy entretenida ‘Don’t Breathe’ de Fede Alvarez, tres personajes que buscan la puerta de escape del mísero futuro que su situación actual parece ofrecerles, creerán que robando a unos ancianos indefensos (En el caso de ella, esta está en coma profundo, en el de él, este es invidente) que viven solos en casas alejadas de la civilización (Como antes, en el caso de ella en una gran mansión situada a las afueras de una pequeña ciudad, en el de él en una casa de un barrio residencial venido a menos) hará que su vida cambie a mejor. Como no podía ser de otra manera, ni en ‘Livide’ ni en ‘Don’t Breathe’ las cosas serán tan fáciles como los chicos creen (Obsérvese en ambos casos nos encontramos con dos grupos de tres jóvenes formados por dos hombres y una mujer. Obsérvese también que en ambos casos las casas ocultan diversos secretos que harán que los jóvenes se den cuenta de que los ancianos son más temibles de lo que ellos podían pensar en un principio). Este puede ser punto donde mas se distancian la película de Maury y Bustillo y la novela de Mitchell, ya que en el primer caso los directores franceses se centran en tres únicos personajes situados en el mismo lugar y la misma línea temporal mientras que Mitchell cambia hasta en cinco ocasiones de protagonistas, lo que deriva en que Maury y Bustillo solo necesiten una excusa para situar a los tres chicos dentro de la casa (Encontrar un valioso tesoro) por las cinco que necesita el autor inglés (Lo que podría derivar en que las excusas ideadas por Mitchell resulten demasiado irregulares, es salvado con notable inteligencia por Mitchell consiguiendo que al menos en este punto al lector no le resulte demasiado extraño el comienzo de ninguno de los capítulos… bueno igual el último es el que puede resultar un poco mas fuera de lugar)
Jóvenes dotados, personas con poderes o con poderes potenciales son requeridos por Norah y Jonah Grayer para que se adentren en su morada y así poder alimentarse de ellos. Una joven heterocromática lo que en palabras de Christine supone tener dos almas parece ser ese don que es necesario para entrar en la casa donde habita la anciana…. Aunque en ‘Livide’ no hay Banjax (Sustancia que ingerida facilita el trabajo de los Grayer), la idea de encontrar un gran tesoro parece compartir la esencia del Banjax. (El control de la voluntad. La idea de encontrar el tesoro obsesiona demasiado a los jóvenes para que estos vean el peligro que les acecha) Aquí no hay nada que se coma o se beba sino simplemente la esperanza de poder huir de una vida que los protagonistas detestan.
En el siguiente párrafo se va a hablar de ideas que pueden ser consideradas como SPOILER SPOILER SPOILER además se habla explícitamente del final tanto de ‘Livde’ como de ‘La casa del callejón’ (‘Slade House’) por lo que si no quieres leerlo te recomendamos que saltes al siguiente párrafo. La mansión en la que vive la señora Jessel no deja de ser la lacuna de la que Mitchell nos habla en su libro. El lugar donde los cuerpos se mantienen a la espera de sangre fresca/almas que los mantenga en plenitud o simplemente que los mantenga vivos. A pesar de que los personajes tanto de ‘La casa del callejón’ (‘Slade House’) como de ‘Livide’ parecen encerrados en las mansiones (La luz del sol, la forma en la que las tinieblas rodean a la casa, el tiempo parado desde 1934), Maury y Bustillo dan una imagen mas perversa, mas enfermiza que la de Mitchell aunque ambos autores muestran tanto a la hija de la señora Jessel como a un Jonah heridos, incapaces de mostrar su naturaleza en todo su esplendor. Los paralelismos entre ambas obras no solo se quedan en este tipo de detalles, resulta imposible no hablar de la parte final de la película de Maury y Bustillo así como de la manera en la que Mitchell acaba algunos de los capítulos de su novela. Ese cuarto donde los protagonistas son postrados en una mesa, conscientes de todo lo que pasa a su alrededor y asimilando el hecho de que sus pulmones han dejado de funcionar nos trae a la memoria el momento en el que Lucie se enfrenta a su cruel destino (Como también nos hace imposible no pensar en la cinta de Patricio Valladares, 'Downhill') Igual que los diversos personajes que Mitchell utiliza para narrar las diversas historias de su libro, Lucie cae en la trampa perfectamente preparada. Aquí hay polillas, en el otro almas que son succionadas pero la idea es común a ‘Livide’ y ‘La casa del callejón’ (‘Slade House’)
Como no puede se de otra manera, ‘La casa del callejón’ (‘Slade House’) posee ciertas referencias a otras novelas de Mitchell y mas en el caso de una obra como esta que no deja de ser un spin-off de ‘Relojes de Hueso’ (‘The Bone Clocks’). El periódico Spyglass para la que escribe la protagonista del cuarto capítulo ‘Que callado te lo tenías, 2006’, Ed Brubeck en ‘Relojes de Hueso’ (‘The Bone Clocks’) o Luisa Rey en ‘El atlas de las nubes’ (‘Cloud Atlas’). Mitchell vuelve a hablar de la familia con mas la mala suerte en sus novelas: Los Penhaligon. Mientras Johnny Penhaligon se suicidó tirándose por un precipicio en ‘Relojes de hueso’ (‘The Bone Clocks’) Fern Penhaligon forma parte de ese grupo de estudiantes que investigando fenómenos extraños acabaran llegando a tan temido callejón. The Rocky Horror picture show, presente en la anterior novela de Mitchell en forma de banda ‘Come up to the Lab'’ vuelve a ser mencionada en ‘La casa del callejón’ (‘Slade house’): ‘Slade house se parece mas a The rocky horror picture show que a una membrana entre dos mundos’ tal y como se indica en el tercer capítulo ‘Oinc oinc, 1997’. Así pues, las obras de Mitchell vuelven a estar conectadas aunque en este caso por la misma esencia de 'La casa del callejón' ('Slade House') esta está mas cercana a 'Relojes de Hueso' (The Bone Clocks')
Tanto ‘Livide’ como ‘La casa del callejón’ (‘Slade house’) tienen desarrollos distintos pero ambas poseen un lastre del que es difícil escaparse y ese no es otro que la pesada carga que suponen las anteriores obras de los autores. En el caso de Maury y Bustillo, ‘Livide’ se aleja de la brutalidad de su opera prima ‘A L’interieur’. Es cierto que en la parte final de la película esta ofrece buena dosis de violencia pero su primera hora puede resultar excesivamente lenta para muchos de los espectadores sobre todo para aquellos que esperaban de ‘Livide’ una especie de continuación de ‘A L’Interieur’. En el caso de Mitchell por el éxito de su anterior novela ‘Relojes de hueso’ (‘The Bone Clocks’) lo que sumado al hecho de estar ante una especie de spin-off de esta, hace que ‘La casa del callejón’ (‘Slade House’) aún siendo una muy interesante novela no acaba por encontrar su propio lugar.
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