Sobre 'Perdida' ('Gone Girl') y 'El coleccionsita' ('The Collector')

Antes de empezar quiero avisar que en estas líneas acerca de 'Perdida' ('Gone Girl') y 'El coleccionista' ('The Collector') se va a hablar explícitamente de las historias por lo que hay SPOILERS. Si no deseas leerlos te recomendamos que no sigas leyendo este post.

En 'Lo que Sócrates diría a Woody Allen' (Premio Espasa de Ensayo 2003), Juan Antonio Rivera dedica el primer capítulo titulado 'Lo que no se puede conseguir a fuerza de voluntad I' a la adaptación a la pantalla grande de 'El coleccionista' ('The Collector') de John Fawles que Wiliam Wyler llevó a cabo en 1965. En ella Rivera analiza con toda precisión la relación que se establece entre Frederick Clegg y Miranda, en como este cree que conseguirá que ella acabe enamorándose de él reteniéndola contra su voluntad y en como ella rechaza a quién la tiene secuestrada. Cualquier lector que haya leído la novela de Gilliam Flynn o haya visto la película dirigida por David Fincher entenderá que no es fruto del azar o una simple casualidad empezar a hablar de cualquiera de las dos versiones de 'Perdida' ('Gone Girl') haciéndolo de 'El coleccionista' ('The Collector') y el análisis de Rivera. Tienen Nick y Amy algo, o mucho, de Fred y Miranda, y sin duda alguna son Desi y Amy la mas clara representación del Fred y Miranda de Fowles en la obra de Flynn. Pero no solo en la composición de los personajes se establece la relación entre 'El coleccionista' (`The Collector') y 'Perdida' ('Gone Girl') sino también en la manera en la que ambas obras están escritas, ya que estas muestran alternativamente el punto de vista de los protagonistas, haciendo al espectador participe de lo que sienten y de como viven de maneras muy distintas una misma situación o relación. No hemos de pasar por alto que tanto Miranda como Amy describen aquello que están viviendo o han vivido narrándolos en forma de diario, algo que vuelve a conectar las novelas de Flynn y Fowles.

Sin querer desmerecer la novela de Flynn que me parece absolutamente notable, está esta escrita para un lector que cuenta con poco tiempo, algo que parece que se en los últimos años se está convirtiendo en una costumbre. Puede que esto resulte extraño ya que la novela tiene casi seiscientas páginas, pero gracias a que los capítulos tienen una breve extensión, su lectura resulta fácil y y en caso de que el lector no tenga ganas de seguir leyendo por el motivo que sea, no tiene que dejar la lectura en medio de un capítulo, algo que muchos entre los que me encuentro, detestamos.

Es el día del quinto aniversario de boda de Nick y Amy. El hastío se ha apoderado de él. Lo que parece que va a ser otro día más en una relación que parece detestar se convertirá en una pesadilla cuando descubra que Amy ha desapareció en extrañas circunstancias y que todos los indicios parecen indicar que él ha tenido algo que ver. Es la propia Gilliam Flynn la encargada del guion de la película de Fincher. Siempre he pensado que es el propio escritor la persona indicada para adaptar su historia  siempre que este entienda que el cine y la literatura son dos medios distintos y utilizan lenguajes diferentes. John Ajvide Lindqvist fue perfectamente consciente de ello y con 'Dejame entrar' ('Lat den ratte komma in') supo dejar fuera del guion aquellos momentos superfluos que desviaban la atención del lector que aquello que realmente importaba: La relación entre sus dos protagonistas. Parece ser Flynn también consciente de ello y aunque la película de Fincher se mantiene en líneas generales bastante fiel a la novela, los cambios introducidos sirven condensar esas casi seiscientas páginas en una cinta de casi dos horas y media de duración, que no resultan pesados en ningún momento gracias al buen hacer de Fincher, de sus actores en especial de Affeck y Pike, y de la historia de Flynn y los giros que tiene esta que consiguen captar la atención del espectador.

Habla Rivera de la ambivalencia moral que se va apoderando del espectador conforme avanza la película de Wyler, algo que el filósofo considera de manera muy acertada uno de los mayores aciertos de en este caso de la película. 'Va creciendo en nosotros una corriente de simpatía hacia Freddie, que soporta estoicamente los desplantes de Miranda'. Esa misma ambivalencia moral se apodera también del lector de la novela de Flynn o de la persona que esté viendo la película de Fincher. Los sentimientos que albergamos acerca de los personajes y sus acciones a lo largo de la historia van evolucionado, de la simpatía a la antipatía y viceversa. Pero si mientras en 'El coleccionista'  ('The Collector') a pesar de esa corriente de simpatía que se puede despertar hacia Freddy es imposible no dejar de pensar que este es un secuestrador, Flynn hace de sus personajes principales algo mas ambiguo: Ninguno es bueno del todo, ninguno es malo por decisión propia, todos guardan sus secretos, todos mienten. Ambos cometen actos punibles y en el caso de Amy, ese personaje que está en el filo de una navaja, Flynn se encarga de dejar claro que esta ha crecido bajo el influjo de unos padres que proyectaron en un personaje ficticio (La asombrosa Amy) todo aquello que querían que fuera su hija y que esta nunca logró ser. La insatisfacción por todo aquello que su hija no pudo conseguir, forman parte fundamental del desarrollo de esta. Por mucha repulsa que esta pueda llegar a producir en ciertos momentos, Flynn se encarga de mostrarla en ciertos momentos como una victima mas y por si quedaba alguna duda, la escritora introduce en su novela a su propio Fred, solo que en este caso bajo el nombre de Desi. Tal es el parecido entre ambos personajes que estos no solo muestran lo que Rivera denomina 'amor de romanticismo intensisimo por obstaculizado, un obstáculo que es de índole psicología y no removible por ninguno de los dos'  sino que también ambos tienen su propia 'colección' en un caso de mariposas, en otro de las flores preferidas de Amy, detalle este último que está en la novela de Flynn pero no en la película de Fincher.

La posición de Amy cambia a lo largo de la historia escrita por Flynn. De ser ser Fredd (Ese 'Lo que no se puede conseguir a fuerza de voluntad' se puede aplicar perfectamente a su personaje durante la primera parte de la novela/película) pasa a ser Miranda para acabar de nuevo siendo Fredd, pero mientras el personaje de Fowles no consigue su fin, el de Flynn si, algo que desde mi punto de vista me hace pensar en que opinión puede tener Juan Antonio Rivera acerca de 'Perdida' ('Gone Girl'). Y esta evolución es para mi otro de los grandes logros de la obra de Flynn. Es una lastima que esa ironía, desprecio y superioridad que parece transmitir Amy con todas y cada una de sus palabras, tarde tanto en ser mostrada en la cinta de Fincher y desde mi punto de vista de una manera tan breve. Creo que este es otro de esos casos en los que la novela es superior a su adaptación cinematográfica pero no quiero que nadie piense que la cinta de Fincher es una mala película que no lo es, solo que aún sabiendo que el cine y la literatura son dos medios distintos, la novela de Flynn se despliega de una manera mas profunda y precisa.

Desconozco si Flynn escribió a su Nick pensando en Ben Affleck pero desde luego este resulta perfecto para el papel, tanto por su trabajo (Creo que el actor siempre ha sido siempre injusta y duramente criticado) como por la descripción que Flynn hace de Nick, por lo que creo que resulta imposible pensar en otro actor para dar vida a este personaje. Y si Aflleck brilla, Rosamund Pike deslumbra. Hacer a su Amy creíble es un trabajo tremendamente complicado y la actriz lo consigue Puede que ahora tras leer la novela y volver a ve la película después de su estreno en cines, lo que menos me haya convencido de la cinta de Fincher sea la música compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross, no por su calidad sino por el hecho de que llega un momento donde me es casi imposible distinguir las bandas sonoras que han compuesto estos, especialmente en lo que a cintas de Fincher se refiere. Pero sin duda alguna tanto la novela de Flynn como la película de Fincher son dos obra de gran calidad que merecen ser disfrutadas.

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