En la ciénaga (Rojst) - Primera temporada

 

El dolor del bosque resplandece en la oscuridad. Parece que todo lo que se encuentra cerca de él está maldito. Algo que observa, que acecha. Un sufrimiento constante que distancia a las personas, a unas de otras, que las aleja de sus sueños. Una condena para todos aquellos que viven allí, para todos aquellos que acaban llegando a dicho lugar. Huir no es una opción. La condena es extensible para todos.

A pesar de esta introducción el espectador no ha de pensar que 'En la ciénaga' ('Rojst') es una historia fantástica. No es el bosque donde suceden los hecho un lugar similar al de 'Dark' de Baran Bo Odar, ni las historias poseen similitudes. Las heridas no cicatrizan y el dolor permanece presente, constante. Otra vez como ya hizo Maciej Piepzyrca en la notable 'I'm a killer', Jan Holoubek vuelve a situar su historia en la Polonia comunista donde las presiones por encontrar al culpable de un brutal crimen hará que se ponga en tela de juicio la labor de la policía y a todo un régimen. La ciénaga a la que hace referencia el título de la serie habla de los personajes, del país, de la dificultad para salir adelante sin hundirse, sin la posibilidad de avanzar, sin atascarse.

El brutal asesinato de varias mujeres entre ellas la sobrina de un alto cargo del partido comunista o el del líder de una asociación juvenil local. Dos brutales crímenes relacionados de una u otra manera con el partido comunista. Como no podría ser de otra manera, situar la historia de 'En la ciénaga' (''Rojst') o 'I'm a Killer' en la Polonia de los años setenta o principios de los ochenta posee una gran carga crítica hacia la situación política del país en aquellos años pero de tal manera que el espectador nunca tendrá la sensación de encontrarse ante un panfleto publicitario. Tanto Piepzyrca como Holoubek hacen que la historia y las situaciones sirvan para construir una crítica y no al revés quedando esta en muchos momentos diluida en la historia.

'En la ciénaga'('Rojst') es una serie que se cuece a fuego lento, una serie que huye de los cliffhangers para ir construyendo poco a poco a sus personajes y situarlos dentro de la historia, de tal manera que es posible que el espectador piense que está ante una película que ha sido divida en varios capítulos. No es esta una obra complaciente, una de esas series que se pueden ver con el piloto automático puesto, la información no se ofrece mascada y preparada para que se asimile de manera sencilla. Holoubek muestra e insinúa y poco a poco, la historia que tiene entre manos va cobrando forma.

La decadencia en la que está sumida Gronta es achacable al lugar y a sus personajes, al hotel donde la prostitución parece ser el mayor negocio del lugar y donde podría tocar la banda que lo hace en 'The Lure' de Agniezka Smocynska, a la tienda donde acuden varios de los protagonistas, a la manera en la que Witold Wancyz (Andrezj Seweryn) intenta huir de su presente para intentar encontrarse con un pasado que dejó de existir hace mucho tiempo, a la manera en la que Piotr Zarcycki (David Ogrodnik) se siente atrapado en un matrimonio que considera una carga, en la forma en la que este se evade de la realidad intentado averiguar la verdadera identidad del asesino. Si Piepzyrca hace que los protagonistas de su película se muevan de lo ético a lo punible y viceversa, Holoubek hace lo propio con los suyos: Utiliza lo ético y lo punible para mostrar la confrontación y la oscuridad de de una sociedad incapaz de avanzar y de unos personajes que buscan una salida, algo para lo que el director explora la vida personal y profesional de estos.

Esperemos que 'En la ciénaga' ('Rojst') sea una de esas series que pasen desapercibidas en el catálogo de Netflix, que tenga mejor suerte que por ejemplo la sobresaliente segunda temporada de 'Dark' o muchas otras. Desde aquí os recomendamos la serie de Holoubek, una delicia en cinco capítulos que se beneficia del gran trabajo de sus protagonistas y de la ambientación de la misma.