Atlántida Film Fest: Supernova - Dirty god - Cómo inventarse una guerra
La forma en la que un hecho traumático afecta a las personas. La manera en la que la corrupción está generalizada. Bartosz Kruhlik se sirve de una carretera y un accidente para mostrar como la vida de las personas puede cambiar en un instante. Supernova: Una explosión de energía que se manifiesta de manera notable. La rabia, el dolor, el miedo, todos los sentimientos de los involucrados de una u otra manera forman parte de esa supernova, una metáfora que el director y guionista se encarga de recalcar, algo que es de agradecer porque muchos no conocemos en profundidad que es una supernova. La breve duración de esta cinta es su mayor acierto, ciertas interpretaciones demasiado amateurs o reacciones un tanto forzadas lo peor. Con todo la cinta de Kruhlik es una cinta devastadora, una de esas películas que te dejan sentando en el sofá con no muy buen cuerpo Nota: 6
Dirty God
El poder de ciertas películas reside en sus protagonistas, en lo que transmiten, en interpretaciones arrolladoras. Vicky Knight sufrió quemaduras en el 33% de su cuerpo cuando se incendió el bar de su abuelo. No es actriz profesional y este es su debut en pantalla grande como protagonista de una cinta de ficción. 'Dirty God' es ella. Son sus miedos, su necesidad de no ser rechazada, de encontrar su sitio, de ser amada. Sacha Polak habla de maltrato, de las consecuencias que tiene para una chica joven y madre de un niño pequeño que su pareja la rociara con ácido. Las buenas intenciones de la película están por encima del resultado de la misma. Una parte final que resulta excesivamente alargada parece que va a tirar por la borda todo lo conseguido hasta ese momento. Son esos últimos 20-30 minutos los que nos cansan, los que nos sacan un poco de la película. Y es una lastima porque el material que Polak tiene entre las manos es muy bueno pero parece que no sabe como concretar o que quiere abarcar demasiado. Nota: 6,5
Si al hablar de 'Dirty God' decíamos que en la parte final a su directora Sacha Polak parecía que esta se le escapaba de las manos, en 'Cómo inventarse una guerra' ('How to fake a war') esta sensación se acrecienta hasta limites insospechados. Todo aquello que Rudolph Herzog, hijo de Werner Herzog, había construido de manera notable se desmorona estrepitosamente tras una de las escenas mas sublimes de esta película. Es cierto que la cinta se sigue viendo bien, que arranca alguna carcajada pero las expectativas estaban tan altas que todo acaba por resultar decepcionante. Deja también esta película una sensación parecida a la que nos dejó 'The Interview' de Evan Goldberg y James Franco, por momentos se creen mas graciosas de lo que realmente son. Es Lily Newmark la verdadera revelación de esta película, la cinta gana enteros cuando ella está en pantalla y todo lo relacionado con su madre solo sirve para alargar la historia y no aporta absolutamente nada. Una gran crítica que podría haber sido una gran película pero se queda en tierra de nadie. Nota: 5
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